Cómo elegir el mejor sofá
Primero que nada nuestro gusto será el punto de partida para decidirnos por un sofá u otro, pero también lo serán nuestros usos y costumbres, el espacio disponible, el número de miembros de la familia?<>La mayoría de modelos son modulares y con varias medidas<>Los fabricantes disponen de varias cartas de colores y tipos de tapizado
Al acudir a una tienda, lo primero que debemos hacer es probar todos los modelos que tengan, y así seleccionar varios para luego ir descartando. La mayoría de modelos existen en varias medidas y muchos son modulares, la cual cosa nos permitirá montar el sofá con la forma que queramos, así como tapizarlo a nuestro gusto, ya que la mayoría de fabricantes disponen de varias cartas de colores y tipos de tapizados. No necesariamente tiene que ser tal como lo tienen en la tienda.
Para que el sofá sea cómodo, el respaldo nos debe sujetar los riñones
Al probar un sofá lo que tenemos que comprobar es la sentada; es decir que nos parezca cómodo, así como que nos coja toda la espalda y la cabeza, y que nos toquen los pies en el suelo. La profundidad aconsejable del asiento está entre 65 y 75 cm. Es importante, también, que el respaldo nos sujete los riñones.
Un sofá duradero debe tener un armazón sólido, una base firme y un relleno de calidad
La clave fundamental para que el sofá dure y sea cómodo reside en un sólido armazón, una base firme y un relleno de calidad. La mayoría de armazones son de madera, todo y que los más resistentes son los metálicos. La base ideal es una mezcla de muelles de acero y cinchas elásticas cruzadas en la base del asiento. El relleno más aconsejable es rígido para el asiento (espuma de alta densidad con una capa superior e inferior de pluma de oca) y firme pero suave para el respaldo (de pluma de ganso u oca). Otro relleno aconsejables es la fibra de poliéster con espuma.
El sofá estrella es el que incorpora chaiselongue
En cuanto a formas y distribución, existen diferentes tipologías de sofás. El sofá estrella actualmente, es el que incorpora chaiselongue. Debido a que los espacios muchas veces no permiten acompañar el sofá principal de otro sofá o de alguna butaca, se opta por los sofás con chaiselongue, que en un momento dado permiten que dos o más personas estén acostadas, y que en el caso que tengamos visita en casa, nos pueda hacer la función de sofá rincón y dar capacidad a varias personas. Es, sin duda, el más aconsejable para no cargar el espacio. También sirve en muchos casos, para separar espacios, y así delimita la zona de estar y la zona de comedor. Algunos sofás de este tipo están construidos a partir de un sofá recto, al cual se le incorpora un pouf independiente, la cual cosa permite moverlo i así tener la chaiselongue tanto a la izquierda como a la derecha.
Si se dispone de espacio, el sofá rincón es muy aconsejable
Otra tipología de sofá, un poco más clásica pero muy recomendable si se dispone de espacio, es el sofá rincón. Sobre todo si el número de miembros de la familia es alto. Hoy en día, la mayoría de fabricantes disponen de modelos modulares que permiten montar un sofá en rincón adaptado a las medidas de nuestro espacio.
Una de las opciones más utilizadas, siempre que el espacio lo permite, es el 3 + 2, es decir un sofá recto de 3 plazas más un sofá recto de 2 plazas, montados en forma de L. Igual que el rincón, pero en este caso perdemos el espacio entre los dos sofás. Muchas veces se utiliza este espacio entre sofás para poner una mesa auxiliar, una lámpara, un revistero...
Una opción que está creciendo con fuerza, son los sofás-cama. Estas piezas nos permiten, al mismo tiempo que tenemos un sofá, disponer de una habitación extra siempre a punto para las visitas de última hora. Estas piezas, hoy en día, están muy evolucionadas y tienen un confort alto gracias a los colchones de muelles y viscoelástica que incorporan. También existen algunos modelos de sofás-cama que incorporan chaiselongue.
Los asientos extraibles y los respaldos reclinables son las prestaciones mas demandadas
Independientemente de la tipología de sofás, existen prestaciones y detalles que se pueden aplicar a la mayoría de modelos. Entre las prestaciones más demandadas están los asientos extraíbles, que pueden ser tanto manuales como eléctricos, y que en algunos modelos se extrae tanto que casi se puede llegar a montar una cama. El complemento ideal a los asientos extraíbles son los respaldos reclinables, que son muy útiles cuando el sofá nos queda en el centro de la estancia y queremos que el sofá no sea un estorbo visual. Otra opción que ofrecen algunos fabricantes de sofás son los arcones elevables debajo de los asientos, sobretodo debajo de la chaiselongue, que nos permite en un momento dado guardar un cojín o una manta.
Si el sofá es de tela, debe ser desenfundable
En cuanto a materiales, lo más utilizado siempre han sido las telas.Las hay tanto lisas como con estampados. Las más utilizadas son las lisas, y principalmente en colores neutros como el negro, los grises, los piedras y los marrones. Los detalles de color o con estampados siempre los debemos dar a los cojines, alfombras o a alguna butaca de pequeñas dimensiones, para que no nos llegue a cansar y en el caso que lo haga, que se pueda sustituir sin un gran desembolso. Las telas deben ser de calidad y deben permitir que las lavemos en la lavadora de manera fácil, lo que quiere decir que si el sofá es de tela, lo debemos comprar desenfundable.Cabe destacar que últimamente se han introducido telas de exterior para tapizar sofás de interior, la cual cosa aporta nuevas texturas y materiales muy resistentes tanto al desgaste por el uso como al desgaste por el sol. Es, sin duda, una novedad a tener en cuenta.